Ojos libres de radiación catódica
Hace años que no tengo televisión en mi casa. Al principio fue porque no tenía dinero para comprarme una, y como me mudaba sola y tantas cosas eran diferentes ésta era una más; después porque se vino mi novio (ahora marido), y no teníamos espacio. Ahora, simplemente porque no tenemos.
Pero tampoco se trata de ningún fundamentalismo, así que de vez en cuando, en la casa de otras personas, me enfrento a la caja boba. Y observo. Me observo. Es raro.
En primer lugar, perdí el hábito de ver sangre, muertos, gente despedazada, gente pudriéndose entre las moscas, bombas, gente insultándose frente a la cámara. Los que he visto últimamente son actores y escenarios construidos ad-hoc, parte de películas, con libreto donde pasan cosas con cierto orden. Situaciones donde la cámara es el ojo que dispone, no un participante más que es lo que ocurre en la televisión.
En segundo lugar, me olvidé que existían las pautas publicitarias. Quedo en estado de fascinación absoluta mirando los avisos, dándome cuenta que ese vulgar yogurcito que apenas me llamó la atención en la heladera del súper es la revolución alimenticia de la que todos hablan. Mirando los canales de televisión locales, me siento como un extranjero. En realidad, siento un poco de alienación, como si me estuviera dando órdenes. La única semana que hubo una TV en mi casa me sentí observada. Como un ojo "Big Brother".
En tercer lugar, no puedo creer el ruido que mete una TV prendida. El silencio no existe en la televisión, y ahí caigo, me doy cuenta que me encanta el silencio o el simple ruido de las cosas. Antes, cuando vivía con mis padres, tampoco era muy amiga de la televisión (me pasaba que me gustaba una serie, por ejemplo Los Simpsons, pero veía un capítulo cada 3 meses), pero sí escuchaba radio todo el día. Ahora no. Me gusta el silencio.
Y por último, descubrí un grupo nuevo de gente, los que viven sin televisión. Algunos son fundamentalistas, otros estamos en posturas menos mandriles. ¿Y saben qué nos diferencia más de los que sí miran tv? La forma en la que hablamos: más bajo, y cada uno con expresiones propias. Cuando yo miraba TV podía detectar qué programas miraba cada quién, y notaba uniformización. Ahora se me averió el radar.
Pero tampoco se trata de ningún fundamentalismo, así que de vez en cuando, en la casa de otras personas, me enfrento a la caja boba. Y observo. Me observo. Es raro.
En primer lugar, perdí el hábito de ver sangre, muertos, gente despedazada, gente pudriéndose entre las moscas, bombas, gente insultándose frente a la cámara. Los que he visto últimamente son actores y escenarios construidos ad-hoc, parte de películas, con libreto donde pasan cosas con cierto orden. Situaciones donde la cámara es el ojo que dispone, no un participante más que es lo que ocurre en la televisión.
En segundo lugar, me olvidé que existían las pautas publicitarias. Quedo en estado de fascinación absoluta mirando los avisos, dándome cuenta que ese vulgar yogurcito que apenas me llamó la atención en la heladera del súper es la revolución alimenticia de la que todos hablan. Mirando los canales de televisión locales, me siento como un extranjero. En realidad, siento un poco de alienación, como si me estuviera dando órdenes. La única semana que hubo una TV en mi casa me sentí observada. Como un ojo "Big Brother".
En tercer lugar, no puedo creer el ruido que mete una TV prendida. El silencio no existe en la televisión, y ahí caigo, me doy cuenta que me encanta el silencio o el simple ruido de las cosas. Antes, cuando vivía con mis padres, tampoco era muy amiga de la televisión (me pasaba que me gustaba una serie, por ejemplo Los Simpsons, pero veía un capítulo cada 3 meses), pero sí escuchaba radio todo el día. Ahora no. Me gusta el silencio.
Y por último, descubrí un grupo nuevo de gente, los que viven sin televisión. Algunos son fundamentalistas, otros estamos en posturas menos mandriles. ¿Y saben qué nos diferencia más de los que sí miran tv? La forma en la que hablamos: más bajo, y cada uno con expresiones propias. Cuando yo miraba TV podía detectar qué programas miraba cada quién, y notaba uniformización. Ahora se me averió el radar.
Etiquetas: cine, hábitos cotidianos, pensamientos ociosos, televisión
17 dijeron:
Al negarse a ver avisos Ud. no sabe qué comprar - es más, ni se entera qué es eso que necesita imprescindiblemente - y desperdicia por tanto el esfuerzo de las empresas que luchan por abastecerla. Ud. es un peligro para el mercado libre. Siendo uruguaya, su actitud es casi tan antipatriótica como si fuese vegetariana.
Yo tampoco veo televisión pero siempre la tengo prendida, para no despertar sospechas.
By Ulschmidt, a las 1:46 p. m.
no se puede no ver televisión y decir que no se es fundamentalista, hasta alqaeda debe seguir el kilombo de flor de la v y laura fidalgo en grasamatch
By Anónimo, a las 3:04 p. m.
Ulschmidt: Ande con cuidado. Sedición cerca.
Javier: Hummmm... no estoy de acuerdo. Por lo menos en el país donde vivo, la gran mayoría de las cosas son como son "porque siempre fueron así". Pero es simplemente un punto de vista.
By montevideana, a las 4:56 p. m.
yo toda mi vida viví con TV, o sea la tele de la casa de mis viejos, está en el comedor: mi mamá, mi papá, yo y la tele a la hora de cenar.
Cuando me vine a vivir solo, estuve casi un año sin tele, y era como raro. Al principio era feo, porque ese silencio del que hablás, a mi me daba como miedo, o en el mejor de los casos, soledad. Justo cuando me empecé a acostumbrar, me pinché del cable, y hace 3 años y medio que convivo con banda ancha e internet, y no creo que pueda soportar la vida sin ellos
By Anónimo, a las 6:09 p. m.
Pasé mi primera infancia sin televisor. Mi padre comprò el primer aparato en el 78 para ver el mundial. Era blanco y negro, por supuesto. En mi pueblo, la transmisiòn comenzaba a las 18, con dibujos animados y La familia Ingalls, y terminaba a las 12. No sé qué tiene que ver, pero Ud me hizo acordar. Cariños
By Daniela, a las 11:34 p. m.
Lo peor es como contamina de ruido. Puedo prescindir de la tele, de hecho no la miro casi nunca, pero reconozco que cada vez uso más Internet y que lo extrañaría muchísimo si no lo tuviera.
By Ana, a las 12:40 p. m.
Por el año '78 no tuve tele, y luego cuando la compramos me molestaba bastante. En casa siempre me he resistido a la presión de tener varios televisores. Si debo tolerar la TV por lo menos que haya una sola y no una en cada ambiente.
Pero a pesar de eso , debo reconocer que cada vez leo menos y cada vez veo más tv cable, no así canales abiertos.en gral. películas y programas periodísticos.Pero igual que Ana cada vez uso más internet y el día que se rompe la computadora me siento perdida.
By Araucaria2006, a las 11:27 p. m.
Roy, Ana y Araucaria2006, yo estoy totalmente de acuerdo con ustedes, cada día soy un poquito más amiga de internet. Al principio sólo buscaba información o fotografías, ahora música, películas y mil otros tipos de servicios... Internet es maravillosa. El problema es que como casi todo está disponible "a toda hora y en todo lugar" uno se vuelve caprichoso y no acepta razones como por qué la película que querés ver en el cable empieza a las 10 y no a las 8.30 o a las 10.45, que son horarios que quedan mucho mejor.
Juana, welcome back! En mi casa también había de esas teles grandes, gigantescas, y había muchas (otro día cuento por qué). Yo miraba La Pantera Rosa y el Conejo de la Suerte. Y alguna vez alguna película o programa de humor.
El progreso llegó de la mano de unos ladrones que entraron un día y robaron la única que funcionaba; ahí mis padres decidieron que era hora de comprar una color (que vive y lucha nomás).
Tampoco tiene demasiado que ver, pero me hiciste acordar.
Saludos para todos y gracias por pasar!
By montevideana, a las 4:57 p. m.
Hola Montevideana,
Hacia tiempo que no pasaba por acá, rebuenas las fotos que sacastes del viaje a Baires, estan geniales!!
A ver si apareces!
Saludos
By Mauricio, a las 9:15 p. m.
Eu miro peliculas y una serie.
Nada demasiado profundo.
Pero es increible el efecto en los niños, quedan hipnotizados y es una lucha sacarlos para que jueguen como se debe.
By Caracol, a las 10:53 a. m.
monte, ha retornado! que gran placer!
la verdad me crié con la tele, de hecho nosotras las nefastas estamos así de afectaditas por todo lo qeu vimos, pero lo bueno (para nosotras) es que nos reimos de ello y lo tomamos como un divertimento más.
Hace unos años que básicamente consumo series o películas, he sido fan de varias que a mi criterio me dejaban algo, ojo eso depende de cada uno, pero muchas veces me han otorgado cierta tranquilidad.
De más está decirte que en casa hay dos teles, pero por suerte con el gordo sabemos cuando apagarlas y poner velitas y buena música.
Cuando me mudé sola no tuve tele por 3 meses...y la verdad no fue nada trágico, pero cuando volvió + la internet (bien combo roy) no pude evitar volver a flecharme con ellas.
Besotesss!!
nef^s
By Nefastas, a las 1:40 p. m.
No miro hace años y no soy fundamentalista... Lo de recuperar el silencio me re va.
Lo loco es cuando en una reunión (me pasa seguido) se pasan una hora hablando de la serie tal o el romance de la actriz X con el productor H... Como que no lo puedo creer... Pero, en fin, cada uno hace de su trasero un florero, no?
Besossssssssssssssssssssss.
By Vivi Briongos, a las 5:51 p. m.
Mauricio: viniendo de vos eso es todo un cumplido!
Caracol: Creo que cuando yo tenga hijos, voy a tener que luchar para sacarlos de la PlayStation y se pongan a mirar TV.
Nefastas: No retorné, sólo me di una vueltita. Sigo con mi tesis. Pero me alegra mucho saber lo de las velitas, eh?
ps. mis cuñados tienen una tv en el dormitorio desde que se casaron y acaban de anunciar que van a tener un hijo. Mis preconceptos no son más que pavadas.
Babalú: Así me gusta. Pero de internet no te descuelgues, que hay que mantenerse informado.
Turca: también a tí una calurosa re-bienvenida. ¿Verdad que no siendo fundamentalista es como con más fuerza se hacen las cosas?
Me encantó lo de trasero-florero. Suena mucho mejor que "culo-un-pito".
Besos y gracias por pasar!
By montevideana, a las 8:13 p. m.
Monte,
hace poco se me rompió la tv del cuarto, y sólo funciona la del living, por lo tanto te darás cuenta que tenía 2. Los paradójico es que están casi siempre apagadas.
Y que las uso cuando quiero dejar mi mente en blanco.
no hay nada que me gustaba más....que meterme en la cama a ver series boba de Sony, funcionaban como un limpiador mental, qué loco no?
besos,
By MALiZiA, a las 10:33 a. m.
Disculpe que le comente en un post viejo (ahora voy a ver el nuevo).
La verdad es que yo siempre miré mucha tele. Pero hace un tiempo la empecé a abandonar: primero dejé de mirar los canales de aire, después sintonicé exclusivamente los de cine y series (para hacer un zapping corto), pero casi nunca terminaba una película. El otro día desconecté el cable, porque suponía que me deterioraba la señal de internet, y no lo extraño para nada. Me bajo las películas y la música que quiero (o sea la banda ancha no me la toque, jeje).
Saludos
By Sr. Nadie, a las 10:10 p. m.
Malizia: a mí lo que me distrae es leer blogs. Cuando estoy mal por algo, me sumerjo en la blogósfera y santo remedio de efecto inmediato. La verdad es que no quiero mandarme la parte, pero leer tu blog me vino muy bien en algún momento que quise salir a matar a alguien. Respiré, puse vidamalizia, y después de 5 minutos, me había tranquilizado.
Señor K.: Bienvenido a mi blog. Me dá un poco de prurito admitir que bajo películas de internet a lo loco, pero veo que vamos en una misma dirección. No se trata de la muerte del cine o seriales en pantalla chica, se trata de la muerte de la dictadura del programador! No más películas buenas los miércoles a las 2 de la tarde, Síiii!
By montevideana, a las 10:21 a. m.
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By Anónimo, a las 9:04 p. m.
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