mundo trivial

jueves, agosto 17, 2006

Estrellas y estrelladas

Se dice por ahí, y se repite machaconamente, que el casamiento es el día más importante en la vida de una mujer. Con mi más pulido y bienintencionado ánimo revisionista voy a analizar esta malvada sentencia, que pesa tanto sobre las solteras como las casadas.

A las solteras este precepto les niega todo. La posiblidad de tener un día auténticamente importante para empezar, cuando... discúlpeme el lector si hiero su sensibilidad, pero es probable que muchas hayan tenido días muy importantes, y sí, me refiero a eso que usted está pensando. Por otra parte, con la complicidad del Idioma Español, les niega el título de señoras y las arrincona a un diminutivo que 10 años después de abolido sigue tan fresco como siempre. Y ¿con qué necesidad diferenciar a mujeres solteras de casadas, cuando con los hombres no es así?

Pero también las casadas cargan con el yugo del día importante. Porque "el día importante para una", para entender bien de qué se trata, hay que darlo vuelta y allí queda claro: el día del casamiento es (probablemente el único) día de la vida en que una es realmente importante. La más importante de todo el asunto. El centro de toda la atención. Cuando lo viví, la verdad es que me estresé como loca. Me gusta que me presten atención, pero cuando hablo: ser el centro de atención de otra manera, que se me analice al detalle, cada puntada de mi atuendo, la altura de mis zapatos, si estoy en forma o me sobra un kilo, si me broncée, si me maquillé... no me jodan, es horrible.

Fue en ese momento que aprendí que existen dos tipos de novia: la que tiene madera de estrella, la que nació para ponerse el vestido blanco y se preparó toda la vida para ese día, ese gran día, que se mueve con soltura y naturalidad entre la atención de familiares e invitados; y la que se estrelló frente al juzgado o el altar, preocupada por pagar el alquiler en fecha, o cambiar esos platos horribles por unas asaderas prácticas, ojerosa por dormir mal y deseando que todo termine rápido para irse de luna de miel.

Yo fui una estrellada. Me divertí más de lo que suponía en la fiesta porque no me dí cuenta que era importante. El problema es que desde ese entonces las fiestas de casamiento me parecen un embole acartonado infumable, y paso de malhumor por la dictadura del amor ajeno.

Porque el asunto del día importante hay que mirarlo al revés: dicen que para los novios es el día importante, cuando ellos son los importantes para el día. Para los que no son los novios, especialmente sus allegados, en realidad el día es muy importante y con bastantes imposiciones, si lo piensan un poco: deben tomar todos los recaudos impuestos por las circunstancias, que pueden ser trasladarse a muchos kilómetros de sus viviendas cuenten o no con vehículo, agenciarse atuendos "que no se hayan visto antes", etc., pero ellos no son importantes para el día. Porque claro, los que se casan son otros y uno debe hacer todo para acompañar en ese día de felicidad.

Y todo por este hecho puntual, el casamiento, que marcaba antiguamente el comienzo de la vida conyugal y que actualmente lo hace en cada vez menos casos. Que es solamente una pequeña porción de la vida matrimonial. Hay mucho más matrimonio que el casamiento, hay decisiones mucho más difíciles y jugadas que la tela del vestido, hay mucha más necesidad de apoyo familiar que un pariente vestido de jacquet que te saca a bailar el vals. Me dolió escuchar ofrecimientos muy generosos cuando organizábamos nuestro casamiento que se desvanecieron cuando, después de casados, lo necesitamos.

Por eso los casamientos me ponen de mal talante. Les seguiría hablando, pero la verdad es que tengo que ir al shopping, a comprarme unos zapatos nuevos. Es que este sábado tengo un casamiento y no puedo ir hecha una chirusa, ¿vieron?

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14 dijeron:

  • muy bueno!!!
    yo me casé con panza de seis meses, con una remerita apretada, de civil, digamos.
    Llegamos con Gonza caminando de la mano, solos, al registro civil, re tranquilos, bromenado sobre el stress de los demás (mi madre, su padre, etc)
    Después hicimos un asado. No hicimos invitaciones, sino que invitamos boca a boca. Gonzalo pasó por casa a ponerse un jean, y en la "fiesta" varias personas le preguntaron por su hermano, el novio.
    Después de nuestro casamiento, se fue al estadio con mi viejo, hermanos y amigos. Yo me quedé en casa comiendo torta y tomando el té con mis amigas.
    Estuvo buenísimo!

    By Blogger uruguaya, a las 11:51 a. m.  

  • Uh. A mi este tema me pone muy muy muy loca.
    Hace unos meses mi marido tuvo que hacer adaptaciones de cuentos infantiles para unos cds. Al leer varios cuentos, juro que me quedé dura.
    La Sirenita, por ejemplo, es la historia de una sirena que se enamora e intercambia su bella voz por piernas para ir a ver a este señor, quien termina casándose con otra. La cosa es, si mal no recuerdo, que sólo si el se enamoraba de ella, ella podía volverse persona y tener piernas.

    Yo me volví loca. Las mujeres estamos creciendo con esa idea en la cabeza: que sólo si un hombre nos ama podemos ser una persona valiosa y completa, que el amor de un hombre es lo q nos da sentido, nos da entidad de ser humano, y que para estar con él, además, tenemos que perder nuestra voz.

    Asumir que el dia de mi casamiento es el día más importante de mi vida, es confirmar eso.
    Para mí, casarme es tan importante como el cumpleaños de mi novio, mudarme, empezar un trabajo nuevo, etc.

    EL dia de mi vida será cuando tenga un logro personal: cuando gane un premio, cuando me compre una casa, cuando tenga un hijo, pero definitivamente no será cuando corra como una pelota de broderie por un salón con un canapé en la mano. Me niego a pensar que esa es la cresta de la ola, MI momento.

    Yo soy una persona que además, entre otras cosas, decide compartir su vida con otra persona. Pero soy completa, feliz y tendría "eldiamasfelizdemivida" aun si nunca pudiera enamorarme.

    By Blogger Carolina, a las 12:08 p. m.  

  • Yo tenía intenciones de casarme al estilo de mi compatriota, pero sin panza. Pero al final, una cosa llevó a la otra y se armó un circo medio bizarro.

    Pero no pude evitar observar que, aún las fundamentalistas del "no me caso nada", se emocionaban pila! Ni hablar de los familiares (algunos más que otros)... para ellos era un acto trascendental. Creo que para muchos fue el único día en que me dieron pelota, y fui (un poquito aunque sea) importante para ellos.

    Digamos, observé que el casamiento sigue siendo muy importante en la sociedad, y está cargado de connotaciones MUY machistas y asquerosas. Una puede tratar de despojarlo, de hacerse la piola y tratar de salir airosa, pero es muy difícil.

    pd. Bestiaria, el de la sirenita no sigue con que sus colegas sirenas tienen que perder sus cabelleras para poder ir a salvar a su amiga descarriada? Cuando lo leí tuve pesadillas durante mucho tiempo.

    By Blogger montevideana, a las 12:31 p. m.  

  • El día más importante... en general resulta ser el menos pensado, y necesita perspectiva para apreciarse como tal.
    El casamiento qué se yo. me emocionan algunos, padezco vestidos en otros. En general, me resultan algo molestos, sin sentido mas que el de fomentar movimiento en el mercado textil y gastronómico.
    Los matrimonios son otra cosa. Con o sin papeles. Con o sin fiesta. Me saco el sombrero a los que logran ser felices, por lo menos a veces.

    By Anonymous Anónimo, a las 1:52 p. m.  

  • Yo tengo un poco mas cerca mi cumpleaños de 15 (pasaron 8 años) que mi casamiento (supongo que en el hipotético caso de que eso ocuurra, será al menos en unos 10).

    Fue un dia estresante, triste y traumático. Olvidable también, sino fuera porque encima hay fotos y videos que me lo eternizan todo el tiempo.

    Para mi fiesta de casamiento, fantaseo con emborracharme y sacarme fotos agarrada de las columnas. También en monopolizar el micrófono y dedicarle toda la noche temas a mi marido, amigos y familiares, a modo de reconocimiento por su amor y comprensión.

    Me encantó el post.

    By Blogger Betty Carol, a las 2:37 p. m.  

  • Yo TENGO cara de borracha en la mayoría de las fotos de mi casamiento. Borracha o pasada de sustancias (usted me entiende) aunque sólo tomé agua mineral y por ahí logré pescar un pedazo de torta (que desgraciadamente fue de la única que sobró).

    Por eso escondí el álbum, para que mi suegra no se deleitara humillándome en mi ausencia. Mi suegra pidió que le hiciéramos copias de unas cuantas fotos y me dijo que se las había mostrado a sus amigas (esas mismas que yo me negué a invitar). Según ella, sus amigas dijeron: "tu hijo está igualito a su padre y tu nuera tiene unos dientes preciosos" (!?!?!?!).

    By Blogger montevideana, a las 3:03 p. m.  

  • Marsupial: yo también admiro a esas parejas que son felices. Es una taradez, pero para mí el test es ver si se parecen o no. Ojo, no me refiero a que se vistan igual o hagan las mismas cosas, me refiero a que tengan un aire de familia.

    Más o menos como los Rolling Stones.

    By Blogger montevideana, a las 3:07 p. m.  

  • "conyuge": palabra que deriva de la expresión: con-yugo. Es decir que los cónyuges son dos personas unidas por un yugo (cual bueyes de arado)

    ¿cómo puede ser el día más importante de la vida de una persona, el día en el cual se ponen un yugo?

    Para mi, el día más importante es el día que se conoce a la persona con la que uno se va a quedar toda la vida... Aunque ese día cobra esa "importancia suprema" un tiempito después

    By Anonymous Anónimo, a las 5:12 p. m.  

  • Me parece que el "dia del casamiento" siempre es medio estresante, aunque lo hagas de lo mas sencillo. A mi lo que más ilusión me daba, sobre todo cuando me casé por segunda vez, era festejar, festejar que de nuevo habia encontrado el amor, y luego tener una fecha en concreto como pretexto para festejar. Bueno, ahora ya no festejo mucho, pero en su momento estuvo bueno.
    El dia mas importante de la vida para mi, por goleada, es el dia en que nace un hijo. Te cambia totalmente la vida, te pone del otro lado del mostrador, te da vuelta en lo que fuiste hasta ese momento, aunque tardes de repente un tiempito en darte cuenta, te esperan años y años de una vida vista bajo una óptica totalmente distinta.
    Me encantó tu post, me despertó un montón de reflexiones, pero la corto porque este comentario ya va larguísimo

    By Blogger Ana, a las 11:39 a. m.  

  • Que tema!
    Llego un poco tarde, pero quería contar mi experiencia.
    Yo me casé acá, en Suecia, lejos de mi familia y amigos. Fue por civil, sin fiesta, y solo asistimos el que hoy es mi marido y yo, mas unos testigos que te ofrecen si no llevas ninguno.
    Me casé solo porque el casamiento es un símbolo que representa y muestra una unión al resto del mundo. A mi no me parece que tenga que ver con la pareja en sí, porque hoy en día la vida no cambia en nada, lo que sí cambia es la forma en que el mundo empieza a verte, desde tu familia hasta la ley.
    Aunque debo decir que mi punto de vista no es tan común, ya que yo ni si quiera creo en la monogamia. Creo que al casarnos (o al ponernos de novios) elegimos a la persona con la cual queremos vivir y compartir cosas, me parece que es una preferencia y admito que me molesta un poco que sea como un contrato de exclusividad de por vida. En fin.. Me casé hace casi un año, no he sido infiel... pero siempre fui muy débil. Estoy muy pendiente de mis propios pasos, viendo qué tanto puede cambiarme un anillo (muy lindo, por cierto) y un certificado. Todavía no sé quien ganará.
    Que se yo, la vida es una y cada cual debería hacer lo que quiere, ya sea una super boda a la clásica, un civil + asado, o la soltería por opción.
    Besos
    /María.

    By Blogger Majo, a las 6:39 a. m.  

  • Un comentario frívolo: a mí me gustan los casamientos porque -modestamente- me queda bien el traje. Saludos

    By Blogger Sr. Nadie, a las 10:19 p. m.  

  • Majitus: es todo un tema, casamiento y matrimonio son cosas muy diferentes

    Señor K: lo que nunca deja de ser una razón...

    By Blogger montevideana, a las 12:15 p. m.  

  • Llegué tarde también, pero acabo de descubrir el blog y me encanta!
    Que decirte...me casé el 3 de marzo de 2001. Como trabajo en marketing, para mi organizar el casamiento equivalía al 50% del stress que significa lanzar un producto, o preparar un evento (o sea casi un tramite). El que se estresó mal fue mi marido..y mi suegra ni hablar. No me habló (lo juro) desde noviembre (o sea durante los 4 meses anteriores) hasta que entre a la iglesia, donde obviamente no le quedó otra porque tenía que posar para las fotos. Igual, su cara de orto durante la fiesta fue mas que evidente...y bue, mejor olvidar. Encima el causante del quilombo fue su vestido de madrina (la vieja no sabía que ponerse, y ahí se armó)
    Un beso, sigo leyendo.

    By Blogger Verte, a las 12:14 p. m.  

  • Verte, bienvenida, la verdad es que las anécdotas de casamientos dan para llenar libros enteros!!!!

    Gracias por pasar

    By Blogger montevideana, a las 9:24 p. m.  

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