mundo trivial

lunes, agosto 28, 2006

Arquitectura humana

Para Mauricio Planel

Me gusta observar la ciudad en la que estoy, en las personas que veo por la calle. Y llego a la conclusión que las ciudades no sólo están hechas de edificios, calles y monumentos, sino que las personas que viven en ellas, de alguna forma se les parecen y las complementan. Que las personas justifican la existencia de viviendas es claro, pero la existencia de los edificios, calles y monumentos tiene una dolorosa independencia de los individuos... permanecen o desaparecen sin importarles si quienes vivieron allí están o ya se fueron. Pero no es ése el tema de este post.

Lo que me sorprende, aunque a veces pueda ser obvio, es lo visible de las diferencias y características de la gente que está en cada lugar. Por ejemplo al mirar los barrios costeros de Montevideo: en el puerto se ve una variedad cosmopolita, pero es la única zona cerca del centro donde yo he visto koreanos (hombres solos, parejas de koreanos no recuerdo haber visto nunca aquí). La Ciudad Vieja solía ser el contraste increíble entre la city (muchos bancos, modernos y elegantes, con sus empleados, modernos y elegantes), una gran cantidad de empresas públicas (con sus empleados no tan modernos ni tan elegantes); y gente muy pobre que mira al puerto, resabios de una inmigración que fomentaba hoteles muy malos y putas muy baratas.

Como esta polaridad era poco, ahora además la Ciudad Vieja atrae a "jóvenes con onda", llamados por el circuito nocturno y por los edificios reciclados, que tienen apartamentos pequeños y contrahechos, pero, eso sí, de lo más en onda. Elementos portuarios, bohemios y yuppies, juntos y entreverados, eso es la Ciudad Vieja. Culpa es lo que siente uno si su aspecto es anodino o vulgar: allí hay que definirse.

Hacia el este, están los barrios Sur y Palermo. Son la zona que eligió la colectividad afro uruguaya para habitar. En este país racista, donde ningún negro llega muy alto en la escala social y muy dificilmente llegue a ganar mucho dinero (salvo que se dedique al fútbol, al contrabando de droga, al proxenetismo o cualquiera de sus combinaciones), es de esperar que la inversión inmobiliaria no sea muy grande. Las casas son viejas y sus fachadas no están mantenidas sino que acumulan los rastros del paso del tiempo: pinturas sucesivas, arreglos poco ortodoxos, y muchos elementos de madera, hierro y tierra romana originales. Mal mantenidos, pero originales al fin. En las calles de estos barrios se ven más negros, mulatos, mestizos y zambos que en cualquier otro punto de la ciudad. Son dos barrios cuyo palpitar no es figurado: las cuerdas de tambores desfilan sólo en febrero, pero ensayan todo el año. Los sábados y domingos por la tarde, hay desfile por la calle Carlos Gardel.

Más hacia el este viene el Parque Rodó, barrio playero, con jardín, con calesitas, intelectual, artístico, meca de la ZonaDiseño y también bastante pobre. Barrio de artistas e intelectuales de perfil bajo, de las facultades de Arquitectura, Ingeniería y Economía, de la embajada de Japón (dicen que esa casa perteneció a Aristóteles Onassis). El boom edilicio le está quitando el aire de barrio modernista, el de "La raya amarilla" y "La ciudad en la playa", y lo está llenando de rostros anónimos, de empleados de clase media que buscan ahorrarse el boleto para ir a trabajar. El Parque Rodó se transformó hace años lo que la Ciudad Vieja recién intenta ahora: una mezcla entre lo chic del diseño Hermann Miller y el reciclaje de casas viejas con mucho hierro y verde.

Punta Carretas es el siguiente barrio, yendo por la rambla hacia el este. Barrio elegante, con muchos edificios recién construidos y una maravillosa disposición municipal que prohibe seguir construyendo viviendas de más de 4 pisos, Punta Carretas fue escenario de una fuga carcelaria masiva, cuando se escaparon 120 tupamaros del penal. El penal devino en shopping center y está unido al hotel Sheraton, es muy común encontrarse con extranjeros en este barrio. El barrio suena a muchas lenguas, a muchos acentos de turistas o residentes temporarios vinculados a las embajadas. A extranjeros elegantes, que vienen representando compañías importantes, y que lucen ropas que, a la legua se ve, no fueron compradas aquí.

Pocitos le da la mano a Punta Carretas y busca refugio tras la muralla de edificios que miran a su playa. Pocitos siempre me dio miedo. Barrio de clase media profesional que aspira a mucho más de lo que tiene, está repleto de grandes edificios de pequeños apartamentos carísimos. Alberga, en los sitios más impredecibles, colegios bilingües y religiosos, pequeñas boutiques de ropa y confiterías exclusivas. Es el barrio que alberga a la colectividad judía; así como en el Sur la gente es más oscura, en Pocitos tiende al pelo rubio y rojo de forma notable. También este es el barrio de la gente más linda: no sé si por presión social, por modo de vida o por definición genética, la gente es mucho más delgada y menos arrugada.

Pocitos termina en el Buceo y en seguida viene Malvín. Yo no sé bien qué le pasa a la gente de Malvín, pero son como una secta aparte. No son uruguayos, hinchas de nacional o votantes del partido colorado: son de Malvín. Y este fenómeno no es exclusivo de ellos, a los del Cerro les pasa lo mismo. Barrio tranquilo, tranquilazo, con muy pocas líneas de ómnibus, a mí siempre me hizo pensar en un balneario. Me encantan las casas y los apartamentos cerca de la Plaza de los Olímpicos, y aunque son un poco caras, muchas veces fantasée con vivir allí. Pero no puedo. No soy de Malvín.

Y el último barrio hacia el este, y allí se termina no sólo la ciudad sino el departamento de Montevideo, está Carrasco. Barrio patricio y enjundioso, donde están las elegantes mansiones de la crème de la crème, donde los colegios tienen campos de deportes adjuntos, Carrasco es de alguna manera un barrio cerrado: si uno no tiene una razón para ir, es muy dificil estar. Tiene muy poca locomoción y el pavimento de las calles es desastroso. Estuve alguna vez por allí y me llamó la atención que no hay gente caminando por las veredas, es todo tranquilo y silencioso. Basicamente, en Carrasco están los dueños de las casas y los que trabajan en ellas: si alguna vez uno se cruza con alguien en ese barrio, es muy fácil darse cuenta de cuál de los dos grupos es. Si Malvín es otro país, Carrasco es otro planeta.

Bohemia, afro, yiddish, profesional, intelectual, adictos, ricos, pobres, lindos, con mota, rubios, de profesión dudosa... los barrios de la ciudad no solo están en el plano, también están en nuestras caras. Por eso me gusta ver a la gente sonreir, porque mi ciudad parece gris, pero siente como la que más.

update 4/10/06
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12 dijeron:

  • Que linda descripción de la ciudad! Alguna vez estuve por allá cuando era niña, pero ya casi no recuerdo nada... Qué dirías del sector de capurro y el prado? Besos.

    By Blogger Angel y Demonio, a las 2:24 p. m.  

  • Coincido, linda descripción! Para los que nunca estuvimos ahí, es un placer leerte.

    Besossssssssssss.

    By Blogger Vivi Briongos, a las 3:10 p. m.  

  • imagina que conoci montevideo en 1962! Durante años y años me imagine que no existian negros por ahi. Las personas que conoci decian que no hubo esclavos, por eso no havia negros. Tambien me decian que no havia preconcepto. Fue una sorpresa cuando finalmente vi las llamadas. Yo me hospedava en casa de la madre de mi cuñada, en Pocitos. Desde entonces, sempre que puedo voy a Montevideo. La ciudad mas tranquila y simpatica que conozco.
    Un abrazo, desde san pablo, Brasil

    By Anonymous Anónimo, a las 4:29 p. m.  

  • ¿cómo? ¿en Uruguay hay negros???

    By Blogger Ulschmidt, a las 3:06 p. m.  

  • Hermoso, hermoso, hermoso.

    Mil gracias.

    By Blogger Mauricio, a las 7:35 a. m.  

  • angel: el Prado tiene un microbarrio adentro que es muy clase alta, de gente que tiene estancia y en montevideo anda de botas de montar. O se bajan de un autazo pero usan acento de tierra adentro. Pero también hay mucha marginalidad en el prado, mucha droga... bueno, la hay en todas partes, pero hay un par de focos muy fuertes. Capurro ni lo conozco! y eso que nunca viví lejos... al barrio Capurro estaba diseñado para una clase media alta que nunca se terminó de configurar, y quedó a medio camino. Es un barrio lindo y tranquilo, pero está cerca de La Teja, que es muy complicado.

    Turca: muchas gracias señora

    Maray: Huy! Me hubiera encantado conocer Montevideo en 1962! Pero qué raro lo de los negros... aunque las llamadas y el candombe se los debemos exclusivamente a ellos.

    Ulschmidt: ¡¡¡No me diga que no conocía al negro Rada!!!

    Mauricio: gracias

    By Blogger montevideana, a las 8:31 p. m.  

  • Gracias... jejeje, siempre quedan rinconcitos olvidados! Saludos!

    By Blogger Angel y Demonio, a las 1:55 p. m.  

  • Montevideana, siempre escuché decir que Montevideo era como una Buenos Aires en chiquito y un poquito más aburrida, pero nunca tuve oportunidad de visitarla. Tu artículo no sólo me muestra que no es tan así, sino que además me hace dar unas ganas bárbaras de conocerla. Bueno, la próxima vez será.

    Mientras lo leía trataba de imaginarme de qué barrio venías vos. Creo que descarté unos cuantos, pero me quedaron dos o tres posibles.

    Un beso muy grande.

    By Blogger Ana C., a las 11:28 a. m.  

  • Hola Ana C., ¿estás de vuelta en Bru?

    Ya que te lo preguntás, te cuento que soy de uno bastante aburrido, el Reducto, más bien tirando hacia el Prado, pero ni fú ni fá.

    Hace un tiempo me vine al Parque Rodó y me enamoré. Del barrio y de un compañero de trabajo, con el que me casé un tiempo después. Y ahora no me imagino yéndome a otro barrio de la ciudad, te digo.

    Cuando fui a Buenos Aires las primeras veces me pareció como Montevideo en gigantoscopía, demoré un poco en darme cuenta que a pesar de las similitudes, son ciudades bien distintas.

    Gracias por pasar
    : )

    By Blogger montevideana, a las 7:22 p. m.  

  • En tu recorrido por la costa montevideana apenas mencionaste Buceo y Punta Gorda, dos zonas que tienen sus caracteristicas propias.Mientras en Buceo encontrás las viejas casas de la época anterior a la construcción del Shopping, hay toda una zona de edificios muy caros donde gran parte de la gente que antes vivía en CArrasco en grandes casas se ha mudado ultimamente como forma de lograr mayor seguridad. En cuanto a Punta Gorda creo que se mantiene más o menos como siempre, salvo la irrupción en los últimos 20 años de las cooperativas de viviendas que le cambiaron un poco la cara a la zona, pero ya acercandonos más a Avda. Italia, no sobre la rambla. Con respecto a Malvín , coincido contigo , es gente especial. Aunque ultimamente, se ven muchos viejos, y el nivel económico que tenían ha descendido muchísimo, salvo los nuevos edificios de la rambla ,carísimos ellos,donde podés encontrar a muchos profesionales jóvenes que se mantienen dentro de la línea política de izquierda, en gral.
    Con respecto al tema del carnaval, en muchas zonas de Mdeo. es comun ver los fines de semana pasar a la comparsa del barrio preparandose para el próximo Febrero.
    En Malvín está la Gozadera que toca en El Molino de Perez los fines de semana; además hay otra comaparsa que son los excindidos de la Gozadera que salen por Legrand los domingos al mediodía.En Buceo hay varias. Ahora el tema del carnaval es fashion, y es común ver en Malvín
    sacar terrible tambor de un hermoso auto .
    Yo vivo en Malvín Norte ( sobre cno.carrasco a unas 20 cuadras de la rambla ) y también hay en el barrio una cuerda de tambores que sale los fines de semana. Aquí no sacan sus tambores de los autos, sino que son gente pobre la mayoría, pero domingo a domingo cuando los miro pasar desde la ventana de mi apto. veo que el numero crece vertiginosamente, señal de que las raices llaman.
    Siempre te leo , pero creo que nunca había comentado nada en tu blog, espero que no te moleste que haya ampliado algo los comentarios sobre esta zona de la rambla, sobre todo como un aporte para los que no concocen Montevideo.
    Un abrazo,

    By Blogger Araucaria2006, a las 10:30 p. m.  

  • Araucaria, gracias por leerme y por complementar mi descripción subjetiva. De Pocitos hacia el este casi no conozco... es curioso, siempre viví en mvd y no muy lejos de allí, es que... creo que nunca tuve nada que hacer por esos lugares: ni un amigo que me invitara a pasar las tardes de domingo, ni un trabajo al que tuviera que ir todos los días (tuve pero duró 1 mes), ni un familiar cercano (tuve pero nos peleamos al toque), ni tampoco un lugar al que fuera a aprender algo.
    Es raro como uno también puede ser un extranjero un su propia ciudad, ¿no?

    Con respecto al carnaval fashion, es verdad que dejó de ser exclusividad de los negros y los pobres hace rato. Aún así te confieso que tengo sentimientos encontrados cuando veo un terrible auto del que sacan un tamboril.

    besos!

    By Blogger montevideana, a las 11:35 a. m.  

  • Por esas cosas, recién leo este post.
    Gracias por linkearme.
    Y comparto, las lonjas y las maderas no pueden sacarse de un terrible auto.

    No va con prender fuego para templarlas...ni con la "lija".

    By Blogger El Canilla, a las 4:33 p. m.  

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