mundo trivial

lunes, marzo 19, 2007

Vacaciones

Cuando yo tenía 11 años mi tía Paula, que tenía 25, decidió emanciparse. No tenía título universitario ni pareja estable, y su experiencia laboral era una sucesión de trabajos temporales sin mucho vuelo, pero ya no quería vivir con sus padres. Alquiló un apartamento diminuto y bastante decrépito, con ticholos y tablas armó estanterías en la cocina y el estudio, un par de colchones viejos hicieron de cama y sommier, y los muebles los consiguió en remates y de la caridad colectiva. No recuerdo con precisión ese ni ninguno de los otros apartamentos que ella alquiló en aquella época, creo que sólo la visitaba los días de mudanza: cuando llegaba, llena de ilusión, y cuando se iba, feliz con las perspectivas y dejando atrás una mugre indescriptible.

Yo nunca ví que mi tía fuera particularmente feliz viviendo sola; patológicamente desordenada en todos los ámbitos de su vida, parecía suspirar secretamente por una casa como la de sus padres, siempre pulcra y ordenada, o como la mía, con una familia unida y un modesto, pero firme, sentido del éxito en la vida.

Sin embargo, desde que mi tía desembarcó con sus petates por vez primera en un lugar que llamó suyo, yo quise hacer lo mismo. Obviamente 11 años es un poco pronto, pero fui madurando la idea durante mucho tiempo. De vez en cuando buscaba en los avisos clasificados las ofertas de trabajo a las que yo podía aspirar, y los alquileres de apartamentos que me podían interesar. Hablé con amigas, discutí las posibilidades, sopesé los pros y contras de cada opción, y mientras, esperé a que la oportunidad llegara.

Y la oportunidad nunca llegó en el estricto sentido de llegar, sino que ya estaba allí antes de empezar. Mis padres, especialmente mi madre, veían con buenos ojos esta aspiración mía y cuando tenía 21 años, distintos factores se conjugaron y mi deseo se cumplió, con creces. Todas ventajas, por todas partes. Por aquel entonces yo tenía novio, pero nuestro noviazgo terminó poco después, cuando cumplí 22.

Siempre quise vivir sola, y cuando tenía 22, eso fue lo que hice. No sé exactamente qué disfrutaba tanto de vivir sola, si dormir con crema en los pies, tomar agua tónica de mañana, dejar la persiana abierta por la noche y despertarme con la luz del amanecer o simplemente nunca dar explicaciones, valen tanto para mí. No sé si está tan bueno decidir guardar las cosas por color, tamaño, forma, material o caprichosa preferencia, encontrar que todo está como lo dejé, que potencialmente (y eventualmente algún día) me comería todo lo que hay en la heladera, salir y caminar sin rumbo por horas hasta que me canse y ahí volver, es una forma de vivir que pueda seguirse para siempre.

A los 23 mi vida dió un giro muy brusco, y tiré por la ventana todo lo anterior. No es que ya no me gustara, pero quizás saber que me llevaba bien con la soledad me sirvió para valorar mucho la compañía. No quisiera volver a vivir sola, pero hacerlo me gustó. Fueron como unas vacaciones en otro lugar. Más que en otro lugar, fue como vivir la vida de otra persona. Vacaciones de mí.

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18 dijeron:

  • Yo me fui a vivir sola a los18, cuando me vine a la universidad a otra ciudad, y la verdad, lo disfruté y lo disfruto mucho. La convivencia es siempre complicada, a menos que de corazón tengas ganas de que resulte... (ya sea con amigos, parientes, pareja).

    Aun así, ahhh, adoro mi metro cuadrado!! Por ahora. :)

    Saludos!

    By Blogger Angel y Demonio, a las 12:20 a. m.  

  • Nunca viví sola y me temo que es de joven cuando es más lindo, cuando es una opción reversible.

    By Blogger Ana, a las 11:48 a. m.  

  • Vivir solo debe ser una linda experiencia...pero na...solo por unos dias...no se....je...lindo post...besos

    By Blogger A moonclad reflection, a las 11:54 a. m.  

  • Bueno yo hice un gran cambio...y estoy contenta

    By Blogger Recomenzar, a las 1:01 p. m.  

  • Bueno yo hice un gran cambio...y estoy contenta

    By Blogger Recomenzar, a las 1:01 p. m.  

  • Angel: Yo también valoro cada metro cuadrado... es más, ahora más que antes porque hay menos oferta en el mercado
    : )

    Ana, muy buena observación. Gracias.

    Moonclad: Estar en compañía de uno mismo es una experiencia que (por lo menos a mí en aquel momento) hace madurar... es descubrir que la heladera no se llena sola y que hay que pagar las cuentas. Parece una pavada, y hasta puede parecer un contrasentido, pero uno se vuelve menos egoísta. Siempre considerando qué es lo que hubo antes, claro.

    By Blogger montevideana, a las 1:06 p. m.  

  • despertar: a veces lo importante es cambiar.

    By Blogger montevideana, a las 1:09 p. m.  

  • Eso es ciertísimo ... los metros cuadrados están escasos. :)

    Saludos!

    By Blogger Angel y Demonio, a las 10:22 p. m.  

  • Antes me encantaba, ahora da miedo.

    un beijo.

    By Blogger Mauricio, a las 10:37 a. m.  

  • Desde chica soñé con vivir sola.

    Finalmente, a los 27 años, lo logré.

    Pero me fue mal, porque mi mudanza coincidió con un que un tipo con el que salía me dejó.

    Y fue horrible, yo había alquilado un apartamento contrafrente con una luz pésima. Como soy atropellada no me había dado cuenta de que no me iba a sentir bien. Y ahora, que ya pasaron algunos años, pienso que ese lugar estaba jodido, tenía mala energía.

    En ese lugar lloré como nunca en mi vida. Aullé como nunca imaginé que lo iba a hacer. Creo que fue una mezcla de crisis de los 27 mezclado con aquél mal de amores terrible y ese apartamentucho cagado.

    En fin, saludos montevideana

    By Blogger la doctora yvonne, a las 5:32 p. m.  

  • Yo nunca viví sola en un lugar sólo mío, pero tuve la oportunidad de pasarme semanas sola en la casa paterna y la tengo ahora, en mi casa actual. Vacaciones de mí. Eso, que frase tan exacta.

    By Blogger Ana C., a las 8:54 a. m.  

  • Ja, real. Es feo volver y encontrarte con que nadie armo tu cama. Uno siempre se imagino que era algo automatico, o magico.

    By Blogger Unknown, a las 6:12 p. m.  

  • Yo viví solo -menos de un año- y lo gracioso es que una vez superado el primer mes siempre hubo compañía -de a ratos- y pocas veces estuve solo.

    Hoy no me gustaría, extrañaría (aunque maldigo en voz baja ahora) el eterno quilombo de las enanas.

    By Blogger Caracol, a las 1:21 p. m.  

  • Sin dudas, la principal ventaja de vivir solo es que el egoísta en cuestión, en su pequeño dominio, puede hacer absolutamente lo que se le antoje (con las únicas limitaciones de las leyes de la física y su presupuesto).

    By Blogger Sr. Nadie, a las 8:42 p. m.  

  • Soy piel justa alegre que elegiste hablar de esta materia, así que de mucha gente lejos del del mundo real .

    By Anonymous Anónimo, a las 3:51 p. m.  

  • Felices Cuascuas!!! Saludos!

    By Blogger A moonclad reflection, a las 12:55 a. m.  

  • Yo ahora tengo tres hijos a cargo, señora, tres perros, una gallina y varios peces. Me quiero ir a vivir sólo, pero no me dejan.

    By Blogger Ulschmidt, a las 10:39 p. m.  

  • ¿Saben qué? Me hicieron titubear... yo creía que vivir solo es lo más, pero son puras macanas. Es una experiencia muy interesante, pero no puede durar para siempre. Por una vez le doy razón a la Cosmo, que en un artículo sobre "cosas para hacer antes de casarte" ponía "vivir sola".

    By Blogger montevideana, a las 4:10 p. m.  

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