mundo trivial

jueves, julio 19, 2007

Redondo como una burbuja que hace plop

Querido Mundo Trivial,

Este es el post número 100, y después de mucho pensarlo, decidí que también será el último. Me gusta escribirte, pero no se me ocurren tantas cosas buenas como para mantenerte fuerte y sano, y en las últimas semanas (o meses quizás) mi creatividad se ha ido sin decirme a dónde fue.

Me dirás que soy una radical, que soy insanamente perfeccionista, que soy una mala blogger. Puede ser, no te digo que no tengas razón. Pero también quiero tener el orgullo de mantenerte lindo y prolijo, y eso, por ahora, no me sale. Lo digo más que nada por vos, creo que te merecés ser un buen blog, especialmente por los que vienen a leerte.

De todas formas, nada dice que no resucites en un tiempo, con otra forma o quizás la misma. No quiero abandonarte en la red, así que para evitarnos esa pena infinita te voy a dar de baja el 1 de agosto (si me acuerdo, porque mi memoria...)

Te aclaro, de todas formas, que voy a guardar todos los posts y sus comentarios en el disco duro, y repasarlos de vez en cuando; esta ha sido una experiencia muy linda, y tampoco es cuestión de dejarte a merced de Google y las fluctuaciones de la bolsa de New York o el Índice Nasdaq.

Mientras pasan estos últimos días, linkeo acá mis posts preferidos:

Montevideo:
Arquitectura humana 28/08/06

Leer y escribir:
Blogoscopio 02/06/06
La riqueza de los libros 2 23/11/06
La pretensión de tener un blog 12/04/07

Odios y Conflictos:
Guerra 15/08/06
Es preferible... 07/02/07
Leyecitas adelantaditas 26/06/07

Cosas que me acuerdo:
1979-1985 30/09/06
Vacaciones 19/03/07

Frente al espejo:
Breve lista de pequeños placeres inconfesables 08/09/06
Verdades a mis 27 19/07/06
Otoño, invierno, primavera y verano 14/02/07
Intraducibles 2 05/06/06

Cine:
Dime que me amas 14/09/06

Pensamiento ocioso:
El populómetro 21/06/07


Muchas gracias, y ¡hasta pronto!

Julia

miércoles, julio 04, 2007

La riqueza de los libros, 5

Ninguna publicidad de una librería, o editorial, mencionaría esto nunca. Tampoco creo que haya autores (y si los hay debe ser en cantidad irrisoria) que se dediquen a ésto en sus giras promocionales, ni tampoco que se haga mención a este aspecto cuando se analice la situación.

No, no creo que en una campaña electoral un candidato gaste siquiera un minuto en hablar del tema, o que el Gobierno anuncie con bombos y platillos un plan de lectura para presos, ni tampoco que los reclusos hagan un motín porque quieran nuevos títulos todos los meses. Pero los libros y las bibliotecas en las cárceles ofrecen un espacio íntimo e irrepetible, único, de crecimiento personal y de reflexión.

"... No se si el tema es la biblioteca, los libros, leer o los libros en la cárcel. No se si al ver una biblioteca se sentirán motivados a leer, creo que leer pasa más por estar con uno mismo y en esa pequeña estadía hacerse preguntas que en el ejercicio de las respuestas se pueda comprender el mundo de una mejor manera para no volver a comenter los mismos errores, o simplemente, para entender..."

Bibliotecas de Cárceles en Uruguay es un blog que explora esta riqueza en los libros, la riqueza de ser libre. La obra y el objeto, conjugados en una misma acción.

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martes, junio 26, 2007

Leyecitas adelantaditas

"Seremos una pobre y oscura republiquita, pero tendremos leyecitas adelantaditas"
José Batlle y Ordóñez


Mi veta nacionalista se me hace patente cada vez que pienso "el Uruguay es un país distinto" o "especial". Es especial porque siendo una antigua colonia española tuvo influencia de la masonería practicamente desde el comienzo, y los jesuitas, aunque realmente lo intentaron, no pudieron contra el anticlericalismo reinante. También es especial porque tiene un crecimiento demográfico casi nulo, absurdo e inexplicable en comparación con los vecinos latinoamericanos. Y tiene unos porcentajes bastante inusuales de alfabetismo, salud, y etc. O sea, según los números, somos raros.

La evolución de nuestro anticlericalismo se puede ver con una serie de leyes: comienza con algo relativamente inofensivo como secularizar los cementerios en 1861, pasa por prohibir los crucifijos en los hospitales públicos, un dictador ilustrado encarga a un masón de la planta la reforma educativa en 1876 para erradicar el analfabetismo, llega a su cúspide con la ley de divorcio de 1907, y se da por concluido el asunto con la Constitución de 1917.

La abolición de la pena de muerte y la ley de divorcio son dos objetos culturales preciadísimos que nos legó José Batlle y Ordóñez, y que este año cumplen 100 años. Para burla de sus detractores, a quienes contestó con la cita de más arriba. Para desmayo de la Iglesia Católica, desde siempre los uruguayos nos divorciamos como locos, a cada rato. Uno de los países con mayor tasa de divorcios del Sistema Solar, me decía fingiendo escandalizarse una viejita de una Parroquia.

¿Pero saben qué? Viendo a mis amigos divorciados o hijos de divorciados, yo realmente creo que la legalización del divorcio no es el verdadero flagelo de la familia uruguaya, sino que refleja una realidad: la gente a veces deja de quererse, y a veces no se quiso nunca. A veces sólo cometió un error, y a veces, por más que duela, es la mejor solución. Digo, nadie dice que divorciarse sea lindo, simplemente no es un delito hacerlo.

Esto viene a colación de la despenalización del aborto. Conozco personas que han abortado, y me han contado que es una experiencia horrible. Y les creo, pero también les creo que no tenían más opciones. Como el divorcio hace 100 años, creo que llegó la hora de abrir los ojos y dejarse de pavadas. Así que, Tabaré, no me vengas con tu cuentito de ética médica, todos sabemos que los que practican los abortos buenos salieron de la misma Facultad que vos. Y las mujeres que se mueren en las emergencias públicas, es porque no pudieron pagar uno y se lo hicieron con una vecina usando perejil, agujas de tejer, o alguna barbaridad de ésas.

Dale Tabaré, dale que te toca ser el que da vuelta la página, entrá al siglo XXI, que para eso te votamos. Claro, vos te aprovechás porque no tenés que abortar, mientras que todos sabemos que Batlle lo que quería era blanquear una relación con una mujer casada (con otro).

Dale, y de paso, cañazo. Aprobá esa leyecita de concubinato que no especifica géneros, y en unos añitos ya tenemos el matrimonio homosexual. Dejáte de joder con Botnia, la reforma tributaria y la mar en coche, eso es sólo una cortina de humo. Ponéte a trabajar en lo importante y no distraigas más, por favor.

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domingo, junio 24, 2007

G8

Polakia me invitó, y ya que desprecié una vez una invitación de este tipo, me da vergüenza y lo voy a hacer. Además suena interesante.

Vendría a ser así:

1. Cada jugador cuenta ocho cosas de sí mismo
2. Además de las ocho cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
3. Por último tiene que seleccionar a otras ocho personas y escribir sus nombres/blog.
4. Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario acerca de que han sido seleccionadas para este juego.

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Bueno, ya que hay que inventar las reglas me gustaría inventar 8, pero sólo se me ocurre una:
- contar 8 cosas de mí: algunas verdaderas, otras que me gustaría que fueran verdaderas, otras que son falsas, y otras que me gustaría que fueran falsas.
No voy a cumplir la 3 y 4, pero si alguien se quiere sentir seleccionado, adelante por favor. También le agradezco que me deje un mensaje sólo para avisarme, así lo paso a visitar.

1. de chica soñaba con ser bibliotecaria.
2. una vez robé un novio.
3. la envidia no me afecta.
4. sólo para poder usar el pijama abajo, en invierno uso pantalones 2 talles más grandes.
5. nunca perdí un examen.
6. voy a leer el último libro de Harry Potter sólo para saber si Harry recibe su merecido final, aplastado por todas las páginas con verdura de los libros anteriores.
7. dibujo muy bien.
8. me encanta hablar de mí.

Este post debería llamarse "verdades y mentiras a mis 28", en referencia al post más comentado de este blog. Pero me hace más gracia lo del G8.

jueves, junio 21, 2007

El populómetro

Para Ana C.


Si yo supiera más matemática me dedicaría a modelar fenómenos como la popularidad de una persona creando un algoritmo, el populómetro, cuyo resultado sería el índice de popularidad. Es más, creo que el populómetro se podría aplicar con seguridad de los cumpleaños de 15 años en adelante y arrojar con bastante eficacia el índice de popularidad de una persona a lo largo de su vida.

Parto de la definición de popularidad (tan vulnerable al sentido común como cualquier definición del mundo matemático) como la capacidad de convocatoria por razón propia. Ya me imagino que un dirigente estudiantil que logra convocar a multitudes a sus asambleas también es muy popular, pero yo me refiero a la gente que viene a verlo a uno, sin convicciones políticas, religiosas o morales de por medio. Te vengo a ver porque te quiero, o al menos me caés bien, y paso bien con la gente que te rodea, o al menos eso creo de antemano.

La idea original es muy simple: cantidad de invitados (asistentes deseables) dividido cantidad de asistentes (asistentes reales). Sin embargo después se me ocurrieron las siguientes variables que pueden afectar al cálculo populométrico:

* Vinculación previa. Este es el caso de las reuniones del "grupo de bachillerato" de mi marido, donde no importa quién organice las reuniones ya que los asistentes son tan interesantes como el organizador. Digamos, en este caso la vinculación previa anula a la capacidad de convocatoria personal.

* Circunstancialidad. Faltar a una fiesta de casamiento "porque sos un tipo aburrido" es de mala leche, mientras que faltar a un cumpleaños es mucho más disculpable. A fin de cuentas, cumplirse se cumple todos los años, pero casarse no se hará más de dos o tres veces en la vida. Cuestión que el populómetro en los casamientos hay que calcularlo distinto.

* Coincidentalidad. Organizar una reunión en una fecha que posiblemente coincida con otras reuniones importantes, es arriesgado. Los que cumplen años el 30 de diciembre saben muy bien de qué hablo, y yo, que cumplo el 27 de marzo, ya sé que si organizo mi fiesta el viernes antes de la Semana Santa (que es toda feriado en Uruguay), sé seguro que un tercio de mis invitados no viene porque se fueron de Montevideo.

* Geografía. Finalmente, la última variable que afecta la presencia de gente como yo (sin vehículo propio), es la cercanía y accesibilidad del punto de reunión en sí. Si no hay línea de transporte, la vuelta en taxi costaría un dineral, y no sé de nadie con auto que pueda traernos de vuelta, me lo pienso dos veces. Creo que, sin embargo, esta es la más débil de las categorías ya que hay grupos sociales en los que "todos tienen auto" y otros grupos donde es menos frecuente.

Si ponemos que el clima acompaña, se avisó con relativa anticipación, no coincide con una fecha de convocatoria familiar o religiosa, si uno además dio a conocer detalles como "mirá que va a haber comida rica", entonces puede estar seguro que el populómetro va a dar un buen número. Yo creo que normalmente asiste el 50% de los invitados a una reunión; el mayor problema presentado para el "party planner", sin embargo, es que aunque se supongan porcentajes de antemano la lista de los asistentes reales es un misterio hasta el evento en sí. Esta incidencia estocástica, aunque problemática para el que le gusta organizar y tener todo bajo control, es maravillosa desde el punto de vista del modelo.

Pero eso ya excede totalmente al populómetro, porque los invitados ya están allí.

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miércoles, junio 20, 2007

Promesa electoral que ganaría mi voto

Está terminando el otoño más frío que se recuerde en esta comarca, y el invierno promete seguir rompiendo récords.

Como cada invierno es noticia la ya consabida crisis energética, y como cada invierno me pregunto lo mismo: ¿por qué carajos en Uruguay se construye como si viviéramos en una isla tropical, cuando en realidad tenemos asegurados entre 3 y 6 meses de frío intenso contra 1 a 4 meses calurosos? ¿Por qué nadie se toma la aislación térmica en serio, y lo mejor que uno consigue "ya hecho" en una casa es aislación de la humedad?

Cuestión que como hace un frío bárbaro, todo el mundo prende a la estufa a todo trapo: la de cuarzo, la de gas o la quematutti, todo sirve. ¿Y cómo no va a servir, si el frío es máximo? ¿Y cómo el frío no va a ser máximo, si las puertas tienen un espacio sobre el piso como para recibir todos los suplementos dominicales juntos? Y las ventanas son de un solo vidrio, y las persianas, cuando las hay, dejan pasar una ventolera que ni te cuento a través de la caja. Y las claraboyas, que se chupan todo el calor y lo dispersan gentilmente a la atmósfera. Y las paredes exteriores pueden servir de heladera, y de los baños mejor no hablar.

De modo que si algún político buscando su plataforma para las elecciones del 2009 lee mi blog, tome nota: tenemos que apostar al confort autosustentable de costo incial subvencionando los materiales que aislen bien, y enseñando las cosas básicas del mantenimiento del calor en una casa (sí, porque aunque no es obvio, es imprescidible abrir las ventanas un rato para oxigenar), para ahorrar energía eléctrica, gaseosa, o de leña. Hay que prohibir esas bonitas estufas de leña cuyas espaldas dan al exterior, porque pierden la mitad del calor que generan. Hay que jugársela por las estufas de leña que reparten calor a distintos lugares de una casa, con sistemas de tubos. Hay que desterrar para siempre las casas con patio central, onda patio andaluz, y pensar en la calefacción de una casa como una actividad centralizada y reaprovechable para cada ambiente. Hay que enseñar a usar el corcho, y reaprovechar toda la espuma plástica que viene en los paquetes de objetos frágiles (pienso en computadoras), para aislar azoteas. No hay por qué cambiar los materiales con los que se construye actualmente, sino cambiar la cabeza. Apostar a una pared exterior y otra interior, con cámara aislante, y olvidarse de los ventanales demasiado grandes y que todo el tiempo están tapados por cortinas para proteger la privacidad de los habitantes. ¡Eso es estúpido! Es hora de dejar que hacer cosas que está demostrado que no sirven.

Eladio Dieste construyó una casa magnífica para vivir con sus 11 hijos, de la que habla en sus libros. Sus obras más públicas son visitadas por individuos de distintas partes del planeta (tuve el gusto de conocer a un arquitecto sudafricano que estaba completamente fascinado), quienes como peregrinos, se maravillan ante la simplicidad de este pensador latinoamericano.

¿Es necesario vivir tan mal? ¿Tan pobres somos? Lo que nos hace pobres, ¿no será que comprometemos nuestro gasto ad eternum con un falso ahorro inicial? ¿Es necesario usar siempre materiales de construcción nuevos e importados, cuando quizás lo que se demuele no tiene por qué transformarse únicamente en escombro? La industria de los que "fabrican" insumos para la construcción, ¿no podrá transformarse en la industria de los que "preparan" y "reciclan" para la construcción?

¿Tan difícil es?

miércoles, junio 13, 2007

¿Es Alfonso Cuarón un nombre colectivo?

Ví muchas películas de Alfonso Cuarón, y me pregunto si tendrá MPD, multiple personality disorder.

¿Quíén puede filmar una comedia romántica, un clásico de Dickens con la actriz del momento, una roadmovie de culto, una de Harry Potter y el bajón de Children of men, todo de corrido?

Naaa, Alfonso Cuarón debe ser una fachada. En realidad se debe dedicar a hacer galletitas, y se las vende a los actores. Eso yo ya lo ví en una película.

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